Sueño del 22 de septiembre

Camino con mi hija y algunos amigos. En la muralla hay plantas grandes, de esas que la gente no quiere en su jardín. No sé como se llaman, pero son como espinacas gigantes con puntas. Mi hija se adelanta y de pronto aparece una lagartija gigante entre las plantas. Su piel es húmeda, parece como la de una anguila. Es tan grande como un lagarto. Entonces le grito a mi hija para que mire, pero la lagartija-anguila se esconde rápidamente. Al rato aparecen más lagartijas. Han perdido el miedo. Decidimos retroceder. Antes de esto estábamos en una esquina conversando. Una chica de aspecto famélico pasaba haciendo una colecta para la cruz roja o algo así. Habíamos llegado a la esquina en una camioneta, mientras alguien hablaba portugués. Veníamos de una fiesta (o creo que habíamos ido a comprar algo y debíamos volver). La fiesta era en una fábrica antigua y la organizaba una vieja amiga. Entro por un portón metálico, me encuentro con gente preparando la fiesta. Subo por una escalera de caracol. Estamos viendo una extraña obra de teatro, montada por tres actrices sobre un centro de mesa. Sus caras están pintadas al estilo del teatro No y utilizan rectángulos de madera (como de Yenga). Mi amante esta un sofá que mira hacia la ventana trasera. Ella no mira la obra, sino que conversa animadamente con un amigo. Yo alcanzo a ver solo su pelo y su ceja izquierda. Luego estoy con mi mujer comprando una chaqueta en una tienda. Luego de mucho buscar encuentro una chaqueta vieja. Tiene un llavero dentro de uno de sus bolsillos. Las llaves son muy extrañas- la chaqueta es ahora una parka blanca.
Antes de ir a la fiesta estoy viendo páginas de internet. Las páginas son como cuadros que giran de izquierda a derecha, y luego son páginas de papel que hay que rellenar en pantalla (como formularios, creo que estoy llenando uno para pedir un libro). En el departamento mi hermana ha capturado un par de sapos, de distinto tamaño. Los dejo en un recipiente de plástico. Caminamos hacia la esquina, hablamos de la biblia y las rimas. Se hace de noche, cruzamos Santiago, vamos a la fiesta. Yo llevo un juego de Scrabble debajo del brazo. Creo que ya estoy borracho. Al gringo lo esperan en la calle, hay un periodista y un tipo detrás insiste en salir en la tele. Dice "hija estoy en la tele". El periodista se mueve, y el tipo también. El periodista resulto ser yo. El gringo aparece. Irrumpe en la escena un camión gigante, de esos que hay en las minas. Yo me imagino llegar a Santiago en uno de esos camiones, todo debe parecer enano. Un amigo me dice que debo quedarme.

Sueño del 20 de septiembre

Voy corriendo por un parque vestido como futbolista. Me encuentro con algunos conocidos. Acompaño a uno de ellos al cumpleaños de su amiga. Lo dejo en la vereda de enfrente. El tipo no se despide. Entonces me llama a mi madre a las 5:30 de la tarde para decirme que ya se fueron y que me están esperando. Cuelgo y me pongo a correr. Llevo una cámara en la mano. Una amiga pasa conduciendo un gran auto negro. Al parecer no me vio. Yo corro más rápido, paso por el lado y grito pero no me escucha. Entonces tomo una foto. Llego a una esquina, hablando italiano. Hay una hotel al frente de la plaza. En el hotel hay unas esculturas de bronce. En el hall del hotel hay unos pizarrones de cobre o bronce, con inscripciones hechas con clavos, creo. Hay una chica que se va a casar. Usa un vestido tornasolado, cambia de color. En la plaza hay un monumento de madera, un personaje lleva un tronco de álamo.
El monstruo del subterráneo quiere entrar a nuestra dimensión. No tiene mucha fuerza, por lo que no puede abrir la puerta. Si entra a esta dimensión se transformará en niño.
Llego a un restorán. Lavo la loza. Alguien me dice que no lo hago bien, porque todavía hay insectos entre los platos. Luego viajo debajo del agua, con un conocido. Algunas almejas nos persiguen.

Sueño del 18 de septiembre

Tres personajes huyen de un francotirador. Luego de un rato se tranquilizan. Están cubiertos de barro, en una especie de lago. El francotirador aprovecha la oportunidad y dispara, matando a uno. Los otros arrancan por un camino de piedras, entre cerros, rumbo al terminal de buses. El líder ha faltado a uno de los mandamientos. Ha actuado por venganza.
Mi mujer e hija me llaman desde el segundo piso. Por el grito me doy cuenta de que han encontrado algo desagradable -un insecto, tal vez. Entonces apago las luces y enciendo mi pequeña linterna láser. Se trata de un ratón. Más bien una rata enorme. Se mueve muy lento y sigue la luz proyectada por el haz de mi láser, como aturdida. De a poco descubro otros espacios que no conocía y que ahora son iluminados por la luz roja. La muralla no alcanza a terminar en el suelo, tiene una hendirura rectangular. Es la habitación de la rata, que se acerca ahora y se transforma en un niño.
Necesito presentar una música a una compañía de teatro. Alguien me pasa un acordeón grande. Apagan las luces y comienzo a pulsar los botones. En vez de producir notas, el acordeón reproduce una grabación de una voz, que cuenta la historia de un niño. Yo debo hacer funcionar el acordeón, así que cuando abro y cierro el fuelle debo pulsar otro botón para no interrumpir la historia. Al final se prenden las luces y los actores me dicen que les ha parecido aburrido. Yo me molesto mucho con ellos y les replico que no tienen idea del aburrimiento.

Sueño del 9 de septiembre

Yo llegaba al negocio de un tío al que se le quemó la casa hace poco. Estaba mi tía y primas atendiendo el negocio. Entonces me contaban que habían perdido todo, bla bla. Estaba en eso cuando alguien me pega en la oreja. Era un muy buen amigo que estaba molestando. Luego yo le pegaba y el también, pero jugando eso sí, típico de hombres-niños. Entonces yo iba al baño, que estaba muy sucio, y era como un baño de bar, bien sucio, y me ponía a orinar en una taza que se transformaba en un lavamanos y de pronto pensaba "oh estoy orinando en un lavamanos, a alguien seguramente no le va a parecer bien, pero no puedo parar, no puedo evitarlo". Y así seguía hasta que sentí un calorcito en la espalda, me doy vuelta y era un tipo borrachísimo que estaba orinando sobre mí. Mi reacción fue de sorpresa pero no fui violento, ya que pensé que me lo merecía. Tomé al tipo y lo puse frente al wc porque a duras penas podía caminar el pobre.

Sueño del 19 de julio

Perseguimos a unos tipos que suben por el cerro, luego bajamos, yo voy por la calle en mi skate, me caigo a cada rato. Una amiga está sentada en la esquina y me invita un cigarro. Luego tengo que tocar con una banda en una pieza de madera. Me ajusto la guitarra, reviso el sonido, la orquesta se prepara. Hay una pequeña puerta y yo estoy de espaldas. El público está en la otra habitación. No verán nada, pero escucharán, que es lo importante.

No creo ser un stripper emocional, publicar los sueños no es exponerse, solo me gusta escribir. Y me gusta lo que sueño. Probablemente sea un ególatra, pero que demonios importa!

El de arriba es Nietszche, basado en el clásico dibujo. Lo conozco un poco más ahora.