Wednesday, April 12, 2006

Los pies mojados del hombre no disponible

El primer día de lluvia es complicado. Eso lo sabe cualquier conductor experimentado: en el pavimento se forma una capa jabonosa, una mezcla de petróleo, aceite y uvas.
Voy ahora en un bus. La sensación de mis pies mojados es persistente así que cada vez que quiero pensar en otra cosa me veo obligado a volver a mí y mis pies mojados.
Si solo hubiera sabido que esta puta lluvia se venía en serio me hubiese tomado la molestia de sacarle las telarañas a ese horrible paraguas y no hubiese considerado bajo ninguna circunstancia usar estas zapatillas de lona.
Camino un rato, con lluvia, entre duelos visuales por un trozo de alero. No quiero saludar a nadie, evito a las personas, sobre todo si son conocidas.
Este bus avanza por la carretera mojada, leo las patentes, los letreros de "se vende", los de pepsi, los teléfonos en los camiones y me imagino a la gente detrás de esos teléfonos, quiénes serán, qué estarán haciendo ¿habrán vivido alguna experiencia que les haya hecho replantearse completamente su vida? ¿tendrán miedo a la muerte? ¿cuántos metros habrá desde aquí hasta el horizonte?
En fin, así voy tragándomelo todo.

PD: agradezco a mi abuela Afife por el pan con pollo y mayonesa y la copa de vino a la rápida.