Wednesday, January 13, 2021

Sueño del 3 de enero de 2021

El diablo dice que el infierno es un lugar muy pequeño. Se lleva a un tipo que parece fascinado y que le pregunta a quién más se lleva esa noche. El diablo es color verde claro y viscoso, mezcla de camaleón con un ñoqui. Desde el techo, el diablo comienza a lanzarnos piedras, según la costumbre. Me gritan que agarre el cofre bajo la lluvia de piedras, si quiero ser rico para siempre. Creo que el diablo engendra un hijo en mi familia (o en la familia donde sirvo). 

Por la noche llegan chicas desnudas a bañarse a la piscina de Poseidón, que las embaraza a todas cuando ellas entran al agua. Luego algo pasa y presiento que me van a castigar. Primero entra otro compañero a la corte. Me piden que espere afuera, recostado. Me entra el pánico y decido escapar. Salgo por la ventana pero aparece un grifo y me deja colgando del techo, boca abajo. El techo cede y caigo al suelo. Me levanto y me pongo a correr. Los escucho perseguirme, muy cerca. Pido por favor encontrar una salida, no quiero morir. Un especie de monja abre una puerta y me llama. Entro y ella cierra todas las puertas. Escucho los gritos afuera. No logran encontrarme. 

De pronto pasan años y soy una monja anciana. Grito de horror. Recuerdo que aún tengo la antorcha para viajar en el tiempo. Me doy cuenta de que lo correcto era morir en ese entonces. Llego a la corte de Poseidón. Están jugando un juego de pelota muy elaborado. Atravieso el campo de juego, que parece un gran tablero de ajedrez. Las pelotas son similares a las piedras lanzadas por el diablo (puede que el deporte haya tenido su origen en sus piedrazos). Esquivo las pelotas y convierto un punto en el arco opuesto. Digo que soy yo pero no me reconocen. Haber evadido mi castigo me hizo envejecer como un ser humano. Les digo que ahora estoy listo para morir.