Estoy en una casa con más gente, creo que
hay una fiesta pero están todos sentados en el living, medio dormidos. Yo tomo
una guitarra y comienzo a cantar una canción de Death Cab for Cutie, muy bajito. Entonces comienzo a cantar y rasguear más fuerte,
hasta que toda la gente se va a otro lugar y llega mi mujer a decirme que baje
la voz porque está haciendo dormir al bebé.
Examino la guitarra y me doy cuenta de
que está llena de agua por dentro. Voy al patio a vaciar el agua. Afuera está
lloviendo. La guitarra se transforma en un pequeño árbol puesto en un
macetero. Me pongo a pensar que en realidad nunca toqué cuerdas de verdad, solo
eran ramas delgadas. Tal vez por eso la gente arrancó como si se tratara de la
peste. Corre tanto viento que el árbol está quebrado por la mitad. Me fijo en
su tronco húmedo. Una araña de agua lo recorre.