Wednesday, January 30, 2008

Sueño del 29 de enero

La chica nos invitaba a su casa. Era la bienvenida para unas personas que llegaban del extranjero. Estábamos en el patio con su madre, que estaba regando el pasto. Al cabo de un rato, la señora, ya borracha, se pone pesada. Yo entro, me siento en el comedor. Aparece entonces la chica. Para ser amable le digo que no se preocupe, ya que no se parece en nada a su madre. Me fijo en las guitarras colgadas en la pared. Hay una guitarra blanca, con detalles de nácar, sin cuerdas. Es bellísima. Le digo que es un crimen que no tenga cuerdas y ella se ríe.

Sunday, January 27, 2008

Sueño del 26 de enero


Estaba casi toda mi familia. Nos juntábamos en un café. Me preguntaban dónde iba a vivir, cosa que aún no sabía. Muchos edificios, ex parejas y novios celosos. Me ponía a sacar fotos en una fiesta. Creo que era año nuevo. Las fotos no salían bien. En el sueño me excusaba por lo que había hecho en la realidad. Pedía perdón. En el sueño todo se arreglaba.




(Antes de esto estuve despierto hasta las 5 de la mañana después de ver Mulholland Drive).

Monday, January 14, 2008

Sueños desde el 12 de enero

En el cielo hay estrellas fugaces que parecen fuegos artificiales. Recorren la noche lentamente, como si fueran peces. Van en todas direcciones. Hay una música, o alguien habla muy fuerte. Estoy con un amigo. La música proviene de aviones con altavoces. Hay pantallas en las casas. Mi amigo me dice que de seguro se trata de un golpe militar.
Salgo de la universidad en bicicleta, es tarde. Hay pinos en la orilla de la carretera. Me encuentro con una chica llamada Susana. De pronto estamos en una camioneta. La camioneta se detiene y entramos a un baño. Nos besamos. Alguien llama desde fuera. Yo salgo. Es su madre, que se llama Amanda. Yo trato de convencerla de que mis intenciones son buenas, que tengo 18 (en el sueño) y estoy en la universidad.
Visito páginas en internet. En una página hay una secuencia de lo que ocurre cuando se abusa de la mescalina. Son diapositivas que ilustran los pasos de una sobredosis. La última etapa de la alucinación se llama "La casa", donde una casa entera se transforma y comienza a perseguir al pobre desgraciado con pálida. El techo es una gran boca, con terribles dientes. Como siempre, yo soy el observador y el observado. Estoy comiendo algo mientras veo esto. Siento un pinchazo en la lengua. Alguien ha dejado olvidada una aguja en la comida. La saco tranquilamente y la deposito en el plato. Por suerte no me la tragué.