Monday, April 09, 2012

sueño del 8 de abril

Un par de agentes bajaban a las oficinas secretas del subterráneo. El ascensor adquiere tal velocidad, que los agentes se deforman y se transforman en perros. El agente más antiguo está acostumbrado pero el agente novato se pone frenético y cuando el ascensor se abre, corre despavorido por los pasillos de cerámica blanca y tubos fluorescentes. Yo salgo a buscarlo y entre tanto pasillo, tengo la corazonada de saber dónde encontrarlo. El novato se ha transformado en una especie de bóxer con yeso en la cara. Sus ojos siguen siendo muy humanos. Esta detrás de una puerta de corredera. Yo aúllo como perro (cosa que he perfeccionado bastante el último tiempo en mis sueños) y él me mira y mueve la cola. Abro la puerta hacia una cancha con pasto muy verde, donde hay muchos perros. El novato sale corriendo feliz y se junta a jugar con los otros perros.

Sunday, April 08, 2012

sueño del 7 de abril

Yo trabajaba en una imprenta, detrás de una casa. La casa estaba al frente de las montañas, que tenían grandes pinos que se movían con el viento. A la izquierda aún brillaba el sol, escondido. A la derecha ya era de noche y el cielo estaba lleno de estrellas. Yo bromeaba con las auroras boreales pero el brillo del sol en la noche era bastante parecido. Al oeste había una constelación que tenía forma de una pierna de mujer con zapatos de taco, como Italia, solo que la constelación estaba en movimiento, como si estuviese pateando una pelota de fútbol. Me ponía de acuerdo con una gente para entrar a un lugar a robar información... me comprometía. Atravesaba un río peligroso y rezaba una oración para el agua. Metía mi pie entre dos grandes rocas y luego salía. Cuando quería entrar un pequeño arbusto me hablaba y me decía que era mejor dejarlo así y no entrar. Pasaban grandes aviones de pasajeros encima del río y estaba todo mezclado: campo, playa, trabajo, fiesta, aeropuerto. Andaba merodeando por la casa y me fijaba en las fotos. Tú te me colgabas del cuello cuando me llamaban a trabajar e imprimir carteles. Yo te seguía a la cocina y te daba un beso detrás del refrigerador. Me respondías lentamente al principio.

Monday, April 02, 2012

Sueño del 2 de abril

Entró un ocelote a mi pieza. Yo vivía en una casa grande, de madera y con piso de tierra. Era en la cordillera o en algún pueblo tropical perdido, no estoy seguro. El ocelote quería llevarse al gato pero no pudo porque la cabeza del gato no cabía por la reja. Eché al ocelote con un bastón delgado y -por cierto- bastante poco efectivo, porque era de corredera de cortina. El ocelote quiso atacar pero se fue. Luego volvió con más bríos y me costó más trabajo echarlo, pero ya estaba preparado. Estoy con un montón de gente, afuera hay mucho barro. Parece haber una fiesta grande y todo el mundo toca guitarra. Estamos sentados en sillas de madera en una pequeña sala escuchando a un tipo muy aburrido tocar la guitarra. Una niña artistócrata ha encontrado algo en el baño, al parecer es el cadáver de la tía Elsa, que está perdida hace días. Me tira una pelota desde su castillo a la calle. Intento devolvérsela de un puntapié, diciéndole que no me gusta el fútbol y que no se burle de mi nombre. Hay unas personas inflando figuras gigantes y blancas en una cancha, en mitad de la nada. No hay público, solo cámaras atadas a una camioneta (que flotan como globos con helio), mientras más atrás -en otra camioneta- los periodistas están amarrados y transmiten en vivo. Nadie se puede acercar. Inflan las figuras gigantes y hay una que tiene personas arriba, como una gran torre. Las figuras se ponen a bailar, pero antes de eso, ha explotado un gran sol en el cielo del atardecer y las cámaras han cortado sus cuerdas y lo han seguido, ciegas, como las polillas que siguen la luz de un farol. Estuve con Roger Waters también. El me explicaba que había hecho el bajo de Echoes con una especie de contenedor de metal antiguo. Sonaba igual. Yo le hablaba de los temas y como se conectaban los distintos discos, pero mi memoria estaba fallando. Me refería al Atom Heart Mother como "ese disco de la vaca", al Dark Side of the Moon como "ese del triangulito" etc. Entrábamos con los pies con barro verde y dejábamos todo el suelo sucio. Los niños corrían en todas direcciones y había que ponerse de acuerdo para llegar al terminal. Yo tomaba las riendas del asunto y les decía a todos que la mejor hora para salir era a las 5 de la tarde. Había mucha gente mayor, ahora que lo recuerdo.