Hago llegar
al blanco pensamiento de las hojas
pequeñas agujas que sujetan
grandes jarrones de porcelana
las manos invisibles de la rutina
abren puertas luminosas
y los escarabajos verdes
perfeccionan en las azoteas
sus danzas geométricas
Bajo el sonido de las palas y los anafres
es preciso remover toda la tierra
dejar en ella pedazos de cuerda
para esperar
la avasalladora sombra de las nubes
que pondrá a dormir a los semáforos
depositando otros colores en sus círculos
cerrados por los guantes del verano.