Tuesday, July 18, 2006

Ejercicios

El de antenoche
En mis sueños siempre hay bicicletas y ascensores. Yo iba en bicicleta por el campo, de noche. Iba muy rápido, a pesar de que el camino era de tierra. En eso veía al papá de un amigo en la vereda, que iba muy apurado porque el horario de visita se estaba acabando en la cárcel. Yo supuse que iba a ver a algún amigo suyo; las puertas de la cárcel se cerraban y yo miraba hacia atrás al papá de mi amigo con su eterno diario bajo el brazo. Seguí en mi bicicleta por el campo y de pronto llegué a Providencia, de día. Eso siempre pasa en mis sueños, en unas partes es de día y en otras es de noche. Me devolví y pasé por el mismo camino de tierra, la cárcel, la noche otra vez y me fui al otro lado. Llegué a Vicuña Mackenna con una mezcla de Molina o algo así. No me había dado cuenta de que andaba sin mi bicicleta, así que me devolví a buscarla a Providencia y como no estaba, volvía a cada rato, pero nada.

El de anoche
Hay cierta gente que dice que soñamos en blanco y negro. Hay otra gente que dice que eso es una tontera. Mi sueño en todo caso, era en colores; Soñé que hablaba con animales. Hablaba con un caballo en la playa. Yo estaba en mi casa y este caballo trataba de convencerme para entrar. Al lado había una vaca que hizo un comentario no muy grato hacia mi y que se sorprendió (lo supe porque sus pupilas se dilataron de inmediato) cuando se dio cuenta de que tenía la facultad de entender su idioma.
La segunda parte del sueño pasaba en la plaza de Curicó. Era una batalla de aves. Yo estaba parado en una esquina, y un centenar de aves –parecían ser gaviotas porque eran blanco y negro, sólo que éstas eran más voraces- cazaban ferozmente a unos pájaros más pequeños. .
No sé qué pensar respecto a éste. No lo tengo muy claro.