Friday, October 05, 2012

Sueño del 5 de octubre

Estaba en un departamento, mirando por la terraza cuando gran nube blanca aparecía en el horizonte, viajando de derecha a izquierda. Tenía forma de cañón, con una gran abertura similar a una boca. La nube se iba haciendo cada vez más grande y de pronto adoptaba la forma de un gran tiburón blanco. Yo llamaba a la gente del departamento. De pronto la nube se daba vuelta y cobraba vida. A la derecha había una especie de estadio, con gente sentada en unas graderías. La nube tiburón comenzaba a chocar contra las graderías por detrás. La gente se tambaleaba y caían dentro de las fauces de la nube. El ruido y los gritos eran aterradores. Yo atinaba y les decía a los demás que había que salir inmediatamente de ahí, porque era peligroso. Estabamos por bajar la escalera cuando alguien recordó a una prima que se estaba peinando en el baño. Ella llegaba de mala gana, como si nada extraño sucediera.

Monday, April 09, 2012

sueño del 8 de abril

Un par de agentes bajaban a las oficinas secretas del subterráneo. El ascensor adquiere tal velocidad, que los agentes se deforman y se transforman en perros. El agente más antiguo está acostumbrado pero el agente novato se pone frenético y cuando el ascensor se abre, corre despavorido por los pasillos de cerámica blanca y tubos fluorescentes. Yo salgo a buscarlo y entre tanto pasillo, tengo la corazonada de saber dónde encontrarlo. El novato se ha transformado en una especie de bóxer con yeso en la cara. Sus ojos siguen siendo muy humanos. Esta detrás de una puerta de corredera. Yo aúllo como perro (cosa que he perfeccionado bastante el último tiempo en mis sueños) y él me mira y mueve la cola. Abro la puerta hacia una cancha con pasto muy verde, donde hay muchos perros. El novato sale corriendo feliz y se junta a jugar con los otros perros.

Sunday, April 08, 2012

sueño del 7 de abril

Yo trabajaba en una imprenta, detrás de una casa. La casa estaba al frente de las montañas, que tenían grandes pinos que se movían con el viento. A la izquierda aún brillaba el sol, escondido. A la derecha ya era de noche y el cielo estaba lleno de estrellas. Yo bromeaba con las auroras boreales pero el brillo del sol en la noche era bastante parecido. Al oeste había una constelación que tenía forma de una pierna de mujer con zapatos de taco, como Italia, solo que la constelación estaba en movimiento, como si estuviese pateando una pelota de fútbol. Me ponía de acuerdo con una gente para entrar a un lugar a robar información... me comprometía. Atravesaba un río peligroso y rezaba una oración para el agua. Metía mi pie entre dos grandes rocas y luego salía. Cuando quería entrar un pequeño arbusto me hablaba y me decía que era mejor dejarlo así y no entrar. Pasaban grandes aviones de pasajeros encima del río y estaba todo mezclado: campo, playa, trabajo, fiesta, aeropuerto. Andaba merodeando por la casa y me fijaba en las fotos. Tú te me colgabas del cuello cuando me llamaban a trabajar e imprimir carteles. Yo te seguía a la cocina y te daba un beso detrás del refrigerador. Me respondías lentamente al principio.

Monday, April 02, 2012

Sueño del 2 de abril

Entró un ocelote a mi pieza. Yo vivía en una casa grande, de madera y con piso de tierra. Era en la cordillera o en algún pueblo tropical perdido, no estoy seguro. El ocelote quería llevarse al gato pero no pudo porque la cabeza del gato no cabía por la reja. Eché al ocelote con un bastón delgado y -por cierto- bastante poco efectivo, porque era de corredera de cortina. El ocelote quiso atacar pero se fue. Luego volvió con más bríos y me costó más trabajo echarlo, pero ya estaba preparado. Estoy con un montón de gente, afuera hay mucho barro. Parece haber una fiesta grande y todo el mundo toca guitarra. Estamos sentados en sillas de madera en una pequeña sala escuchando a un tipo muy aburrido tocar la guitarra. Una niña artistócrata ha encontrado algo en el baño, al parecer es el cadáver de la tía Elsa, que está perdida hace días. Me tira una pelota desde su castillo a la calle. Intento devolvérsela de un puntapié, diciéndole que no me gusta el fútbol y que no se burle de mi nombre. Hay unas personas inflando figuras gigantes y blancas en una cancha, en mitad de la nada. No hay público, solo cámaras atadas a una camioneta (que flotan como globos con helio), mientras más atrás -en otra camioneta- los periodistas están amarrados y transmiten en vivo. Nadie se puede acercar. Inflan las figuras gigantes y hay una que tiene personas arriba, como una gran torre. Las figuras se ponen a bailar, pero antes de eso, ha explotado un gran sol en el cielo del atardecer y las cámaras han cortado sus cuerdas y lo han seguido, ciegas, como las polillas que siguen la luz de un farol. Estuve con Roger Waters también. El me explicaba que había hecho el bajo de Echoes con una especie de contenedor de metal antiguo. Sonaba igual. Yo le hablaba de los temas y como se conectaban los distintos discos, pero mi memoria estaba fallando. Me refería al Atom Heart Mother como "ese disco de la vaca", al Dark Side of the Moon como "ese del triangulito" etc. Entrábamos con los pies con barro verde y dejábamos todo el suelo sucio. Los niños corrían en todas direcciones y había que ponerse de acuerdo para llegar al terminal. Yo tomaba las riendas del asunto y les decía a todos que la mejor hora para salir era a las 5 de la tarde. Había mucha gente mayor, ahora que lo recuerdo.

Friday, March 30, 2012

Sueño del 30 de marzo

Discutía con mucha gente. Estaba en una oficina y me llamaban de una universidad. La voz al otro lado del teléfono era un tipo norteamericano, pero hablando como máquina. Tal vez alguien escribía un texto y generaba  la voz a través de un computador. Me alegaban porque no había ido a hacer una clase. Yo les decía que se metieran la clase y la universidad por donde quisieran porque renunciaba. Corté. En eso llega una chica vestida de negro a mi escritorio. Mi jefe me hace una seña desde el fondo de la sala. La chica se muestra muy cariñosa y complaciente. Se sienta en mis rodillas y comienza a acariciarme una oreja. Yo me levanto y voy donde mi jefe. "Ten cuidado" -me dice- "A ella solo le interesa vender perfumes". Vuelvo y la veo en el suelo envuelta en papel de oficina, con dos o tres colegas animándola. Luego estoy con más gente en una plataforma muy alta y con grandes ventanales. Los ventanales dan a unas montañas gigantes y muy verdes, prácticamente encima de nosotros. El suelo es de piso flotante y creo que se trata una fiesta mechona. Luego me levanto y veo que por debajo corre un gran río, por donde pasa un transatlántico. "Parece de mentira" -le digo a un compañero, teniendo la intuición de que se trata de un sueño. "En mi ciudad es distinto. Las montañas son más pequeñas y hay más cielo. En mi ciudad las nubes son lo importante" -agrego. Bajamos de la terraza y no veo ninguna escalera y me da mucho vértigo. Bajamos por un tubo -a lo Batman- y cuando llegamos abajo no hay río ni montañas, solo un camino de tierra parcialmente mojado. Hace calor y el clima es muy húmedo. Hay perros blancos echados en el patio de alguna casa de campo. Luego mi ex mujer arranca de la cama. Luego mi hija aparece con una escoba. Luego discuto con mi hermana y decido botar al basurero las acuarelas que hice y que se derritieron con el calor.

Monday, March 26, 2012

Sueño del 25 de marzo

En la escena final de mi sueño caminaba por Camilo Henríquez, de noche. Las veredas eran más anchas y no había mucha gente. Unas personas venían en sentido contrario; estaban disfrazados con unos atuendos rarísimos. Uno tenía un tocado gigante en la cabeza, como esos guardias ingleses. Yo venía vestido con una manta, parecida a la de Clint Eastwood y tenía los audífonos puestos. Venía de otros dos o tres sueños, en distintos lugares y con distinta gente. En el primero, llegaba a una casa antigua de varios pisos, donde tenía que trabajar haciendo clases. Luego me daba cuenta de que también vivía ahí, junto a mi padre y a mi hermana. Me paseaba por los pasillos en el día, y yo había nadie. Solo el ruido del viento en las ventanas abiertas y pósters antiguos con mujeres semidesnudas. Se hacía de noche. Veíamos una película donde unas personas se encontraban otras personitas diminutas -como en aquel poema de Bukowsky o alguna cinta de Lynch- pero sin querer mataban a una, en la puerta de una discotheque sadomasoquista frecuentada por actores de la tele. Entonces la pareja responsable de la muerte decidía cambiar a su madre (vivían con la suegra), porque alguien debía ocupar el lugar de la personita. Quedaban todos felices, menos el nieto, que juraba vengarse por la desaparición de su abuela. Luego el niño crecía y andaba en bicicleta sobre mesas de vidrio. Yo le decía que tuviera cuidado y de pronto me daba cuenta de que me salían pequeños gusanos en el brazo. Disimuladamente sacaba uno y lo aplastaba. TAL COMO EN LAS TRES CORONAS DEL MARINERO. Luego me iba de ahí y estaba en la calle, sentado en un pupitre con una lámpara. Estaba lleno de gente esperando a que abrieran un negocio. Yo vaciaba mi billetera, sin importar si me estaban viendo. Cuando me iba, veía un gran canasto con tubos y envoltorios plásticos con forma de caballo. Eran negativos para fotografía, o algo así. Papel fotográfico.