Sueño del 8 de octubre

Con mi papá vamos arriba de un camión a toda velocidad por la carretera. Son las 5 de la tarde y tenemos que llegar a tiempo para comprar pasajes. Es un camión frutero, pero va vacío. Intento llegar a la parte superior del camión para sentir el viento, como esos niños que sacan la cabeza por la ventana del techo. Mi papá me da una mano y me ayuda a llegar. Siento el viento en mi cara y el vértigo por la velocidad del camión. Esto se parece a mis sueños, pienso. Llegamos a la ciudad. Es una ciudad de provincia y al parecer hay un evento masivo (relacionado con la virgen, tal vez). Voy corriendo a sacar los pasajes y alcanzo a sacar para todos. Estamos bien con la hora. En eso aparece un tío (mi padrino) con una guitarra de plástico. Pero no es cualquier guitarra. Tiene forma rectangular y está muy bien hecha para ser de plástico. Mi tío anda muy animado porque hará un show en el evento (mi tío atraviesa una depresión en la actualidad, producto de su ludopatía). Le pido la guitarra y la examino detenidamente. Es celeste y amarillo pastel. Tiene solo dos cuerdas, muy separadas entre sí. Como si tuviese solo la primera y la sexta cuerda. Al mirar más de cerca, me fijo en que tiene un par de teclados en miniatura, cada uno con no más de una quinta de longitud. Creo que toco un tema de Creedence. En eso mi tío me pide la guitarra para hacer su show. Sube al escenario y comienza a cantar muy animado. Luego baja y se pasea entre el público.